Cuentacuentos

Mi vida es un cuento irónico—ojalá erótico también—que siempre empieza con lo de 'Érase una vez' y acaba todo con un '...y fueron felices', dejando claro que los protagonistas lo fueron sólo una vez y hace mucho, mucho tiempo. Se desarrolla en medio de una explanada amplia y soleada donde se visualiza un cartel en tres idiomas diferentes señalando el paraíso como un 'coto de caza privado' y pinta a la princesa como la niña que se tragaba el semen pero tenía arcadas comiendo espárragos.