bibbidi bobbidi boo

Papá, yo creo que eres un mago. Desde que intento encontrar el amor que no tengo y sé que merezco los hombres repiten conmigo el mismo ritual que tú inventaste: vienen y se van, vienen y se van, vienen y vuelven a marcharse hasta que un precioso día me abandonan.

No sé, que ojalá y este conjuro se deshaga pronto, ¿no? Ya no tengo edad para jugar con sapos.