Solo tengo cuatro paredes y una razón para volver a escribirte. Llueve, y todo es tan vacío que hasta siento que sobro entre tanta oscuridad...'
—
Sé que correr tras tuya no es una buena idea, ya que nunca nadie pudo caminar sobre el agua. Llamarte tampoco suena coherente, ni recordarte, ni quererte... Nada tiene sentido, y mientras intento mentalizarme esa verdad absoluta me pierdo en la sensación que me provocan las ondas de estas cortinas que enredan frío entre mis piernas; su tacto suave, como cuando las yemas de tus ásperos dedos recorrían la curva de mis caderas, demasiado rápido como para poder frenar a tiempo y no cometer nuestro exquisito error.
•••
En fin; ya no tengo prisa, ni zapatos de charol, ni citas a las siete..
No te tengo, pero ya no importa tanto como cuando creí que eras lo único que cabía en mi bolsillo. Así que voy a centrarme simplemente en sentir cómo se congelan mis pies y escuchar—intentado no respirar para evitar confundir mi aire con los truenos—cómo los perros de los vecinos le ladran a esa nube con forma de gato: gris, inquieta y tan mojada de miedo que hasta parece que caerá de un momento a otro por su propio peso.
Maullidos de estruendo, marcas incandescentes de sus uñas sobre un cielo decolorado y frío. Frío como el corazón que guarda entre sus ovillos de lana; 'enredadera sentimental' lo llamaría si hablase en otro contexto, pero hoy solo veo un cielo que ha decidido combinarse con mi estado anímico.
Sin más, sin menos; sin ti.
Sin pensar y por pura necesidad acaricio a mi alma gatuna, que no se despega de mi helada, solitaria y desnuda espalda.. Me muerde el dedo corazón; recapacito. Y me levanto sobresaltada dándome cuenta de lo que acabo de hacer: te escribí, te confesé que sufría. Te necesité y te lo hice saber.
Soy una necia.
Pero eso no me duele. Ahora solo me sangra el dedo, o el corazón, o todo en uno,.. mientras veo que tu última conexión fue hace catorce crueles minutos que no dejaron respuesta a mi confesión.. Y mejor así; no quiero saber que la solución a mi miedo es, según tú: 'Pues tonta, deja de pensar y enciende la luz.'